El gobierno de Javier Milei postula el miércoles a Ariel Lijo y a Manuel García-Mansilla, un ejemplar paradigmático de la casta y un jurista teórico de derecha y antiaborto, como jueces de la Corte Suprema. Adorni explica que la candidatura de Lijo (googleen) se debe a que es experto en derecho penal. Toses grabadas. El jueves, Victoria Villarruel da una entrevista para avisar que está todo bien con el presidente después de que el Senado le vote en contra del DNU. Para confirmar la idea, critica las postulaciones a la Corte, rechaza la idea de usar a las Fuerzas Armadas en seguridad interior y le dice “jamoncito” a Milei. Poco kosher. El viernes se difunde que el aumento a jubilados saldrá por decreto de necesidad y urgencia, pero Adorni lo desmiente. El sábado se observa el shabbat y el domingo 24 de marzo hay una marcha masiva por los derechos humanos (a favor) y la conmemoración del Día de la Memoria. El gobierno aprovecha la ocasión para estrenar un documental triste, vago y malo (o sea, bien propio) en el que el Tata Yofre nos recuerda que escribió 15 libros sobre la dictadura (a favor) y algo de las víctimas de terrorismo, no sé, era inmirable. No anduvo, o sea, digamos, no prendió, o como dicen los jóvenes ahora, pinchó. El lunes se confirmó que las jubilaciones ajustarán por DNU (y perderán un 30% contra diciembre). Se consagra una vez más el Festival Nacional de Doma y Hurto de Abuelo que corresponde a cada gobierno de la última década, con la diferencia de que esta vez los nonos sostienen el 50% del superávit fiscal. Ah, y en abril cobran en dos tramos. Felices pascuas, los huevos por el piso.
El martes, anunciaron que le van a cambiar el nombre al CCK y ni Máximo Kirchner se comió ese bait. Javier Milei habló en el IEFA Latam Forum, pidió que le bajen las luces para tapar la papada (y la fotofobia) y denunció que la UBA adoctrina porque no enseña la escuela austríaca (toses incómodas). Por suerte nos deleitó con un nuevo chiste sobre dedos y brazos en el culo (más toses incómodas) y pidió que saquemos los dólares “del colchón” (risas, toses, confusión, palpado instintivo de billeteras). Al final, anunció que iban a despedir a 70.000 empleados del Estado Nacional, aunque en realidad van a ser 15.000 o menos, depende, no se sabe, me explico, que los cuente el Tata Yofre que es especialista en cifras. La buena noticia es que la muerte está cada vez más cerca porque ya vamos más de 150 mil casos de dengue con más de 100 fallecidos. Pero no se preocupen, aunque no se consigan aerosoles ni espirales en ningún lado, el gobierno tampoco piensa vacunar. El miércoles, nuestro gran amigo Jorge Macri interrumpió su cuarta vacación del año para mandar a Fernán Quirós a enseñarnos a hacer un repelente de mosquitos casero que sólo lleva 40 días y 40 noches. Parece joda, pero es joda. El gobierno nacional empezó a mandar los telegramas de despido para que las familias disfruten el fin de semana extra largo como ellos quieren: deprimidos y desfinanciados. Lo bueno es que justo esta semana habían empezado a llamar a los despedidos en diciembre que, ahora se dan cuenta, necesitan para más o menos laburar. Lo dicho: parecen boludos, pero son hijos de puta.
Asistimos esta semana al desgaste fundamental de las herramientas que usa Javier Milei para gobernar, confundir y dominar. La pólvora mojada quedó clara con el spot del 24 de marzo, que pretendía destapar “la otra verdad” que ya estaba destapada hace 40 años, no hay ningún secreto revelado, no interpeló a nadie y solo alimentó la masiva marcha a Plaza de Mayo. Los libertarios no pueden aspirar siquiera a construir un discurso propio en torno a los derechos humanos si lo mejor que tienen es un documental a medio hacer. ¿Quién compra una historia oficial que condena a los asesinos del General Viola y reivindica al presidente que los indultó? ¿Quién va a levantar el reclamo de indemnizar a las víctimas de la guerrilla cuando no hay plata? El bait cada vez es más débil y de peor calidad. El pene de goma con el que pretendieron correr al kirchnerismo esta semana, el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner, tampoco prendió y sólo provocó a tuiteros. La flacidez es total.
Tiene razón Mauricio Macri cuando dice que este gobierno es sólo Milei, Karina y las redes sociales. En ese último rubro entra Santi Caputo, que promueve la idea de tirar 20 peleas simbólicas y 17 ajustes fallidos por semana para tapar la crisis económica. Pero cada vez hay más crisis y menos reivindicaciones. Eso no impide que canchereen en Twitter como si estuvieran logrando algo más que dinamitar la conversación pública. Uno pensaría que no se puede ser Rasputín y Marcelo Polino al mismo tiempo, pero evidentemente estaría equivocado.
Villarruel señaló que el rey está desnudo y nadie mira siquiera el dedo. El gobierno no avanza hacia ningún lado, pero el ajuste y el saqueo se mantienen, y eso es lo importante. Le quedan menos de dos meses al Pacto de Mayo y la única novedad al respecto es que el Tata Yofre invitó a suscribirlo en su panfleto negacionista. ¿Los gobernadores tienen que darle RT al documental como condición para firmar el acuerdo? No queda claro. Lo mismo corre para postular a jueces a la Corte Suprema sin acuerdo previo. ¿Cuál es la trampa, Lijo o García Mansilla? Los dos son la trampa. El peronismo podrá darse el lujo de votar a Lijo pensando que es suyo y a cambio de impunidad, y el radicalismo votará a García Mansilla porque no es mujer pero al menos es de derecha. Los jueces de la Corte Suprema en Argentina son como las largatijas ovíparas de Los Simpson: llegan para resolver un problema, generan otros tres y después se necesitan alimañas cada vez más grandes para controlarlos.
La economía no va a mejorar en el corto ni en el mediano plazo. El rebote en V es una fantasía. El 2024 será todo de recesión y el escenario optimista es apenas una salida del cepo a fin de año y la inflación de un dígito (alto) mensual. No hay drivers de recuperación ni perspectivas de inversión si el ajuste está atado con hilo de matambre y se puede derrumbar con un fallo judicial que ordene restituir las jubilaciones perdidas o derribe el DNU. Un escenario cada vez más factible para un Gobierno que se puso en contra a lo que queda de la Corte. El año siguiente probablemente tampoco sea mejor, pero el oficialismo igual insiste en soñar con candidaturas y pensar en los proyectos que aprobará con mayorías legislativas a partir del 11 de diciembre de 2025. Soñar es gratis, todavía. Sigue siendo una incógnita la tolerancia de la sociedad a un ajuste que recién empieza, a una recesión sin fondo, al desempleo, la mayor inseguridad, el hambre y el dengue. Hasta la semana pasada, el Gobierno podía ofrecerle a ese público reivindicaciones simbólicas y batalla cultural. Ahora ni eso.
Esto no es un plan de estabilización. Mucho menos uno de crecimiento. Lo único que queda y sigue funcionando es el ajuste y el saqueo. A algunos de los despedidos los volverán a llamar, a otros los indemnizarán, mientras se remata todo, se regala la energía nuclear y se renuncia a la soberanía en el Atlántico Sur. La Corte Suprema neomenemista va convalidar el expolio. En 20 años, con suerte, un funcionario de segunda línea será condenado en suspenso por haber puesto la firma del regalo, pero los predios de la TV Pública y Radio Nacional se van a malvender lo mismo y no se van a devolver. Canal 7, si alguien se digna a mantenerlo con vida, transmitirá desde un cubo de durlock y vidrio cerca de Parque Roca. Nadie va a mirar los jacarandás de Figueroa Alcorta desde el piso 23 de otra torre vacía rodeada de miseria.
Los dirigentes peronistas miran el circo de la crueldad que montó Milei desde los palcos, bien comidos y con todas las comodidades. Todavía dirimen una interna que no existe porque al final la culpa de todo la tenía Alberto Fernández y nadie hizo nada malo. No hay autocrítica ni consecuencias. Algunos fantasean con una pueblada suave que derrumbe al Gobierno y vaya a tocarles timbre para volver a gobernar después del reseteo. No va a pasar. Incluso si esto explotara mañana, todavía haría falta un Remes Lenicov y más sufrimiento para arreglarlo. No están preparados para esa discusión. No country for old Amado Boudous. Pero para la próxima, piensen si no hubiera sido mejor jerarquizar el empleo público en lugar de precarizarlo, revalorizar los bienes públicos en lugar de menospreciarlos, elogiar la patria antes que el partido. No fue gratis esconderse en countries, escuelas privadas y camionetas blindadas. Regalar el país fue carísimo, no piensen que se van a salvar del “que se vayan todos”, si llega, sólo por estar escondidos. Aprovechen la pascua, arrepiéntanse y pidan perdón. Pidan perdón mientras todavía pueden. Pidan perdón.
Posdata:
Cuidensé, cuiden a los suyos, abracen al de al lado, y perdonen al autor de este newsletter por siempre salir tarde.
Los que puedan, descansen. A los precarizados como uno, un abrazo.